Observás cómo los días empiezan a alargarse, poco a poco... Un rayo de luz entra por la ventana del estudio de un pintor, dándole aún más peso a la obra que ha creado con sus propias manos, donde podés ver el paso de los años y de la experiencia.
Viajás a través de los sabores, cocinados a fuego lento, sentís cómo una canción es capaz de hacer que tu mente baile y sonría.
Aprendés a vivir con los cinco sentidos, de esta manera tan pausada que te regala la primavera y que te permite tocarla y soñarla.
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